Últimamente me he sentido sola, tal vez como nunca antes, y no es porque no tenga amigos, los tengo, tanto fisicamente como a través de la distancia, es esa sensación de necesitar un complice, alguien incondicional a quien contarle todo lo que siento, pienso y deseo... alguien que no me juzgue, con el cual sienta la libertad de llorar, de sentirme débil, vulnerable sin cohibirme, que solo preste sus ojos para leerme y tenga palabras de amor, aliento para reconfortarme, ya he tenido suficiente al forzarme a continuar a base de regaños propios.
En fin... algo asi como el diario, con la única diferencia de saber que alguien más lo lee e incluso responderá ese llamado de auxilio interno...
Fotos: Google Imagenes