-Estoy cansada
sin fuerza para continuar
nadie me mira, nadie mira mi realidad,
como, paso a paso mis fuerzas se agotan.
Mi espalda encorbada por el peso de las penas,
provoca dolores insoportables al querer incorporarme
el bastón no es de gran ayuda ya...
Donde quedó mi juventud? mis ilusiones, mi risa, mi futuro...
aquel futuro que vislumbraba en mi niñez con un final feliz
tal vez... atardeceres en un porche junto a esa persona, aquella que frente al altar
juró estar en las buenas y las malas, en la salud y en la enfermedad...
hasta que la muerte nos separe.
Aquel futuro de reuniones familiares con los hijos y nietos en dias festivos.
La realidad es otra, termino sola mis dias
apoyada solamente de un burdo bastón que impide mi caida,
me mantengo viva porque cobarde soy para terminarla,
por un tonto temor a seguir penando, una vez que mi cuerpo se rinda.
No...
quiero dormir y no despertar,
no quiero pensar en lo ganado, ni en lo perdido...
quiero hundirme en el sueño prometido.