No sé que es lo que salió herido, mi orgullo o mi rodilla,
fue un magistral paso de medio
split... La calle empedrada estaba un poco húmeda por la llovizna de la mañana, las zapatillas no ayudaron mucho, lo mejor de todo es que traigo
jeans, es curioso como sientes que vas a caer, pero todo es en cámara lenta,
fue tal mi sorpresa que al estrellarse mi rodilla contra una piedra no lo sentí.
Muy aparte de eso, fue muy
gratificante ver que personas se acercaban a mi preguntando si estaba bien. No se si mi cara estaba roja, pero me hice la disimulada, agradecí el interés de quienes me preguntaban y caminé despacio calle abajo, el motivo principal por el cual me di santo porrazo, fue querer llevar el desayuno a la oficina, asi que en lugar de subir a mi oficina, pensé que era muy temprano e ir por la comida del
día me evitaria salir si estaba lloviendo mas tarde. Eso ya estaba predestinado a pasar, por algo no subí como todos los dias, asi que fui compré mis empanadas.Mientras caminaba de regreso, traté de ocultar mi cojera, sentí pulsar la rodilla mientras esperaba al elevador, 14 pisos después entré a mi sagrada oficina, me dispuse a desayunar y a reírme un rato con un amigo de ese percance.
No recuerdo cuantas veces he caido en mi vida, pero de algo estoy segura, de esta caída no me voy a olvidar.